Cuerpo de Soldados Romanos
Real Hermandad de la Sangre de Cristo
Elemento colorista que permanece. Se creó el 7 de marzo de 1886 por iniciativa de la Hermandad de la Sangre de Cristo que incitó a su Junta Directiva tras la compra de un nuevo sepulcro; vieron “necesario y de imprescindible necesidad para guardar el Santo Sepulcro del Redentor en el Jueves y Viernes Santo y después acompañarle en la Procesión”.
La Guardia Pretoriana la formaban doce soldados, sargento, cabo y corneta.
Estas eran sus obligaciones y condiciones
1. Estatura alta, buena conducta, sanos y sin ningún defecto físico que pudiese causar mofa o escarnio
2. Someterse a la obediencia de la Junta Directiva
3. El Jueves y Viernes Santo de cada año y si circunstancias extraordinarias lo exigiesen, estarán a disposición de la Junta Directiva las horas que se marquen, sin excusa posible.
4. Tendrán los mismos derechos que el resto de los Hermanos si bien no pagan cuota de entrada, ni escotes; percibirán 1 pts por plaza por los días de servicios prestados y, al sargento se gratificará con 3 pesetas por la dirección de sus funciones.
5. El servicio de Soldados Romanos durará mientras la Junta juzgue que pueden desempeñar su servicio y relevarlo por otro. El que dejare de prestar servicio sin causa justificada perderá todos sus derechos y no podrá reclamar.
Ya en este siglo, en el año 1908 se acordó que cuando los Soldados Romanos llevasen 20 años de servicio, podrían dejar de hacerlo, quedando sujetos al resto de obligaciones de los demás Hermanos, pero sin pagar el escote anual.
Al redactar en 1941 la Hermandad de la Sangre de Cristo sus nuevos Estatutos, el Capítulo XIII fue denominado De la Guardia Romana, el artículo correspondiente el 27 dice: “Habrá un cuerpo de Soldados Romanos en número y calidad a especificar en un Reglamento Especial que redactará la Junta Directiva”.
La Jefatura de soldados romanos se encomendó a su creador D. Dámaso Gracia Borau y se trasmite de padres a hijos. Durante años vimos en los puestos de Jefes de las dos secciones a los hermanos Dámaso y Luís, hijos del fundador, y en la actualidad el nieto del primero es el responsable del cuerpo de romanos: Héctor.
El grupo de divide en un acompañamiento detrás del Cristo de Biscos y de gastadores romanos junto a “La Cama”. Anteriormente desfilaban en la tarde del Jueves Santo desde el Colegio de Sta. Ana hasta el Local de Pasos donde hace Guardia al Sepulcro de Jesús hasta las dos de la tarde del Viernes Santo. Actualmente participan en la Procesión del Santo Entierro, siendo una sección más de la Real Hermandad de la Sangre de Cristo.
Procesiona
El Jueves Santo: Guardia Pretoriana.
El Viernes Santo: Procesión de “El Santo Entierro”
El Atuendo
La conservación y adquisición de vestimenta ha dado más de algún quebradero de cabeza a la Hermandad.
A partir de 1948 se fue renovando el vestuario y los Jefes de Sección trajes apropiados según modelos de la época.
No siempre fue fácil adquirir ciertos elementos, así sucedió para obtener barbas postizas que ante la falta de liquidez se le encargaron a D. José Mª Buesa que las hiciera en su casa; años más tarde, en 1953, se transformaron veinticuatro cascos de bombero en los talleres de la Escuela Militar de Montaña, para que hicieran armonía con los auténticos.
La sencillez ha caracterizado la vestimenta de la Guardia Romana desde sus inicios, ataviados con túnica, pantalón, capa (de vivos tonos), casco, escudo y lanza, dando una pincelada de color a las procesiones. Los actuales cascos de la guardia romana son de cuero con cepillo de pelo natural de caballo en blanco, que sustituyen a los donados hará unos cuarenta y siete años por el Exmo. Ayuntamiento de Jaca, los antiguos cascos del cuerpo de bomberos, que debieron ser adaptados por el maestro armero de la Ciudadela al precio de treinta pesetas por casco.
La banda de romanos, sufre una renovación de vestuario en el año 1997, diferenciándose del de la guardia romana en el colorido, al ser las capas verdes en lugar de rojas, las túnicas blancas en lugar de verdes, malla y casco de latón con cepillo de color rojo. Se construye también un bexilo para acompañar en las procesiones.
Otra peculiaridad, es la tradición, si bien queda reflejada en muchos accesorios metálicos con adornos y fornituras de propiedad particular trasmitidos de padres a hijos, corazas, cascos, escudos, muñequeras…, se simboliza con la lanza maciza de acero pulido que con ciento diez años de antigüedad (cuatro generaciones) sigue escoltando al Cristo de la Cama.